Esta invitación a escribir un artículo sobre la relación entre el Fútbol Peruano y el Señor de los Milagros, es una de las cosas más sorprendentes que podría haber imaginado en la vida; justo en este mes de octubre, mes del Señor de los Milagros, mes de devoción, mes de procesión, de hábitos morados, sahumerios, turrones y por supuesto, ahora, mes de final del Campeonato Nacional, es decir, un mes donde todo cuenta y todo juega en el hincha peruano, para ver a su equipo como Campeón Nacional…inclusive la fe.
Como se nos ha hecho costumbre, todos los octubre de cada año, ver a un equipo grande del fútbol peruano, como Alianza Lima, asistiendo al templo de las Nazarenas a escuchar la misa y dedicando sus emblemas y colores al Señor de los Milagros, era único dueño del anda, su estandarte acompañando a la imagen de nuestro Señor en cuanto desplazamiento tuviera en sus procesiones y, por supuesto, usando su tradicional camiseta blanquimorada durante todo el mes, como lo hicieron desde el 03 de octubre de 1971, en cuanto partido tuviera; sin embargo, hoy ya no está solo, porque su compadre y también popular equipo Universitario de Deportes, comparte esta bendición y tradición desde 1999, haciéndose presente en el anda con su estandarte, lo que nos lleva a pensar que, en el fútbol, la fe no tiene dueño y se comparte día a día para la obtención del objetivo deportivo, sentimiento promovido por nuestro Cristo Morado, el Señor de los Milagros.
Cuántos equipos más visitaran el templo de Las Nazarenas, asistirán a una de sus misas y/o se pondrán en las manos del Señor de los Milagros, no lo sabemos, pero lo que sí sabemos es que el mar morado de octubre comprende también a un sinnúmero de futbolistas y entrenadores que forman parte de esta histórica colectividad de fe y devoción, quizás el más recordado de todos sea el argentino Ricardo Gareca, el mismo que sorprendido por la gran multitud que seguía a este santo, terminó convertido en uno de sus más fieles seguidores, una gran muestra de ello fue la visita que hizo al templo de Las Nazarenas, previo a su partida con la Selección Peruana al Mundial de Fútbol del año 2018, entre otros anecdóticos recuerdos.

De todo lo descrito, tenemos entonces que el Perú tiene, entre otras, dos “aficiones”, de casi igual magnitud, y multitudinarias ambas, como son el Señor de los Milagros y el Fútbol Peruano, cada una de estas colectividades nos embargan dentro de su momento con un riguroso seguimiento de sus “hinchas” a sus programas, la obligatoria compra de sus “uniformes” y todas las actividades que se generan alrededor, como la prensa, el marketing, la publicidad, los souvenirs, la música, las comidas de ley y el fiel seguimiento de su “mejor hinchada” en cualesquiera lugar del mundo donde esté presente el fútbol peruano, a través de su Selección y/o el Señor de los Milagros, imagen con la que se cuenta en cada país y que suele salir en procesión, para regocijo de sus fieles.

Podemos entonces concluir que, la fe que ha generado este Cristo Moreno en el Perú, desde que fue pintado en un mural allá por 1651, lleva de la mano no solo al Deporte Rey, como es llamado el Fútbol, sino también a muchas otras colectividades que suelen asistir cada año a su templo y a sus procesiones para renovar sus votos de FE y agradecer por los milagros concedidos, tal y conforme es el comportamiento de un hincha agradecido.
Digamos entonces que, una práctica obligada en nuestros hogares debe ser, como lo hacen los jugadores de Alianza Lima, ya en la salida de su túnel hacia el campo de juego, donde tienen una imagen de Cristo en la cruz plasmada en azulejos de colores y que es tocada por cada integrante del equipo persignándose luego, esto es lo último antes de pisar el césped, o como diríamos los fieles no futbolistas, una última plegaria y entrega de fe antes de salir al día a día.
VIVA EL PERÚ MORADO
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